Esta semana, ¡entrevista!
Por fin conoceremos a los autores y su obra en una cita en la que nos mostrarán su perfil más cercano. Sean del género que sean.
Y nuestro primer encuentro es con Mimmi Kass, que nos responde a 30 preguntas en cuerpo y alma, tal y como a ella le gusta contarnos sus historias.
Acaba de publicar su tercera novela de la serie En cuerpo y Alma.
Escritora de romántica y erótica, con mucha carga de sensualidad y madurez emocional, Mimmi es una compañera de tecla, como yo la llamo, con una gran maestría narrativa y un cuidado en los detalles que me encanta.
¡Esta es su entrevista más personal!
M.M.: Tu quinta novela en poco más de un año, y la tercera de la saga de Inés y Erik… ¡uf! Tremendo ranking, ¿sientes vértigo?
M.K.: Creo que nunca me desharé de los nervios antes de la salida de una nueva criatura. Esas mariposas en el estómago, la sensación de lanzarte al vacío. En el caso de Latidos de lujuria las expectativas están por las nubes y siento la presión de no defraudar a las lectoras que llevan esperando casi un año a su publicación. Vértigo es poco.
M.M: Si miras hacia atrás y te vieras a ti misma hace cinco años, cuando comenzaste a garabatear esta historia, ¿qué te dirías?
M.K.: Una sola cosa, que parece sencilla, pero es dificilísima: que tuviese más paciencia. Radiografía del deseo fue rechazada por un par de editoriales e ignorada por otras dos. Después de rehacer el manuscrito completo, no tuve el valor ni las ganas de enfrentarme de nuevo al proceso convencional y decidí autopublicar. Esto no me ha traído más que satisfacciones, pero estoy segura de que, si hubiera perseverado un poco más, hubiese acabado por cuajar.
M.M.: ¿Qué nos espera en esta novela? ¿Qué nos va a sorprender y qué nos contarás que no hayamos visto antes en tu obra?
M.K.: En Latidos de lujuria sorprende la evolución emocional y erótica de los protagonistas. Erik debe enfrentar demonios que hace mucho tiempo que tenía enterrados, e Inés se dará cuenta de que quizá no puede tenerlo todo. Explorarán la sensualidad del BDSM y otras formas de sexo no convencional de manera realista, de frente. Latidos habla de crecimiento y de renuncias, de amor voluntario y consciente, de elecciones difíciles.
«Para mí, es la novela de mayor intensidad, tanto erótica como emocional».
M.M.: Algo que caracteriza a tus personajes es que pueden ser cualquiera de nosotros, son protagonistas muy reales, con los que un lector o lectora se puede sentir totalmente identificado. ¿Es difícil lograr ese equilibrio entre la realidad y la trama? ¿Cómo logras que la pluma no se “escape”? (Porque a veces cuando escribimos es muy difícil frenarla).
M.K.: Creo que unas de las características que más me hace arrugar la nariz en la romántica y la erótica es el elitismo que se le da al sexo. Pareciera que solo los millonarios, CEOs, modelos guapísimas, etc…tienen derecho a una erótica rica y variada. No estoy en contra de alimentar las fantasías, ¡al revés!, pero a mí me apetecía plasmar esta historia y presentarla en manos de dos protagonistas que, si bien tienen su magnetismo, podríamos ser cualquiera. La pluma se escapa a veces y es inevitable, pero si sabes a dónde quieres llegar, acabas por enderezar la historia.
M.M: ¿Cuánto tiene de ti Erik, y qué tiene de ti Inés?
M.K.: Erik, muy poco. Quizá el amor por la nieve y las montañas y su compromiso con el trabajo. Inés tiene de mí esa aspiración de querer equilibrar todas las facetas de su vida.
M.M.: A la vez, HQN lanza tu novela Ardiendo, en papel. (¡Por fin!, añado yo). ¿Cómo se puso en contacto contigo la editorial, y cómo ocurrió este sueño?
M.K.: El manuscrito ya estaba en sus manos y, alrededor de un mes después de la salida de Radiografía de deseo, me llamaron por teléfono y me dieron la noticia. Fue como una bomba porque todavía me temblaban las piernas después del éxito que tuvo Radiografía. Tampoco contaba con que saliese en papel en 2017. Cuando firmé el contrato era consciente de que el ebook tenía que ir bien para que se plantease su salida en formato tapa blanda. Además, cuando sondeé a la editorial (desde aquí le mando un enorme abrazo) para saber si lo tenían contemplado, me dijeron que el calendario editorial de 2017 estaba cerrado y que tuviese paciencia. Cuando me dieron la noticia de que saldría en noviembre, ¡casi me da un infarto!
M.M.: También escribes relatos y artículos para el blog más erótico del momento, Volonté de LELO. ¿Puedes adelantarnos si leeremos algún capítulo más de Miguel y Carolina?
M.K.: Sí, claro que sí. Tengo pendientes varios artículos de corte más sexológico y más relatos. Trabajar con LELO es un placer, literal y metafóricamente y soy una privilegiada al poder colaborar con ellos.
M.M.: Este año también has publicado El hombre fetichista, ¡Martín es un personaje que me enamoró! ¿Habrá una segunda parte?, ¿tienes pensado continuar con esta historia en tu página?
M.K.: El hombre fetichista es una historia arriesgada. Habla de una erótica muy poco convencional, con la particularidad de que los protagonistas casi no se tocan. La convertí en novela estimulada por los seguidores de Martín y Carolina en el blog, que pedían con insistencia que profundizase en ella. Pero debo confesar que también lo hice porque descubrí que un blog estaba… «inspirándose» en la historia para elaborar su propia serie de relatos, con frases plagiadas letra a letra.
«Por ese mismo motivo, habrá continuación de El hombre fetichista, sí, pero en otra novela corta. Así será una sorpresa y evitaré que una idea original pierda su esencia.»
M.M.: Me has alegrado el día con tu respuesta. Intentaré seguir con la entrevista sin dar saltos como una niña. Eres una mujer todoterreno: tienes tu trabajo en el hospital, tus hijos, has preparado oposiciones estos últimos meses… ¡y tienes tiempo para escribir! ¿Cómo lo logras?
M.K.: No es nada fácil. Y, en realidad, ¡muchas veces no lo logro! Soy muy disciplinada a la hora de organizarme y he aprendido a priorizar muy bien mis tareas, así como a no perder tiempo en cosas que consumen mi energía y no me hacen avanzar. Me siento como si dirigiese un circo de cinco pistas, pero lo cierto es que funciono mejor así. Cuando paso por periodos de escasa actividad me pongo nerviosa. ¡Soy un culo inquieto!, y necesito tener varios frentes abiertos.
M.M.: ¿Eres una escritora de brújula, o elaboras una escaleta antes de empezar?
M.K.: Me encantaría decirte que para eso soy disciplinada, pero nada más lejos de la realidad. Soy errática en extremo para enfrentar el desarrollo de una historia. Cuando salta la chispa de la idea, la cazo al vuelo y la plasmo donde sea, en un trozo de papel, en una servilleta de un bar, en una libreta…Lo único que tengo claro es a dónde quiero llegar. Aunque trace una escaleta, después la sigo o no en función de lo que los protagonistas y la historia me pidan. Y me gusta dejarme llevar.
M.M.: ¿Alguna vez sufriste el llamado bloqueo del escritor? ¿Cómo lo superarte?
M.K.: Nunca he dejado de escribir. Tengo siempre cuatro o cinco libretas «vivas», en el sentido que son ideas que he apuntado y voy desarrollando cuando tengo tiempo o me atrapa el «flow». Si una no fluye, salto a la otra y eso me ayuda a seguir adelante. Lo que sí me ha pasado, y con Latidos de lujuria ha sido terrible, es tener resaca del escritor. Que una historia se meta tan profundo bajo tu piel, que te cuesta escribir (en mi caso) en ese género. Ahora estoy escribiendo una historia diametralmente distinta.
M.M.: Poniéndonos curiosas y sin pensar mucho en las respuestas, ¿qué no suele faltar en tu bolso?
M.K.: El móvil, una libreta de notas, mi pluma, una barra de labios, una botella de agua, un paquete de caramelitos, algún juguetito de mis hijos y pañuelos de papel.
M.M.: ¿Una canción que siempre te levante el ánimo?
M.K.: Every little thing she does, de Sting.
M.M.: ¿Y otra que te levante el ánimo, pero que te avergüence reconocer?
M.K.: I´ve got this feeling, de Justin Timberlake.
M.M.: ¿Qué libro de otro escritor o escritora, te hubiera gustado escribir?
M.K.: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y alguno de las novelas de Jo Nesbo. ¡Qué enganche, por Dios!
M.M.: ¿Qué estás leyendo en estos momentos?
M.K.: El verano sin hombres, de Siri Hustvedt. Y lo estoy disfrutando muchísimo.
M.M.: Un libro que te hizo reír…
M.K: Las aventuras de Till Eulenspiegel (es anónimo y pertenece a la picaresca alemana. A carcajada limpia).
M.M.: Otro que te hizo llorar.
M.K.: Lloré muchísimo con El niño del pijama a rayas.
M.M.: ¿Qué es lo más bonito que te ha dicho alguien que ha leído uno de tus libros?
M.K.: Que han significado una mejoría en su vida, sea porque han sido compañeros en un momento difícil, porque ha ayudado en su relación de pareja, o porque la historia les ha impulsado a hacer un cambio o tomar una decisión. Mensajes de este tipo me emocionan mucho.
M.M.: ¿Y lo más extraño?
M.K.: Una vez una lectora me dijo que odiaba a mis personajes y mi manera de escribir, pero que estaba enganchadísima y que cuándo sacaba la continuación (que era Latidos de lujuria). No sabía que decirle, ¡con la cantidad de libros buenísimos que seguro que sí la hacían disfrutar! Pero, al parecer, era incapaz de dejar una saga sin terminar.
M.M.: ¿Qué libro te ha llevado menos tiempo escribir?
M.K.: Ardiendo. El borrador estuvo listo en tres meses.
M.M.: ¿Y el que más?
M.K.: Latidos de lujuria. Unos dos años.
M.M.: Sabemos de tu adicción al café, ¿cuántos te tomas al día?
M.K.: Ahora soy una aficionada, en mis buenos tiempos me tomaba unas ocho tazas de café diarias. Cuando me quedé embarazada, tuve que reducir la cafeína y pasé dos semanas con síndrome de abstinencia, ¡fue duro! Ahora no más de cuatro. O, al menos, eso intento.
M.M.: ¿Con quién te hubiera gustado tomarte uno?
M.K.: Con Anaïs Nin. Después de leer sus diarios, me encantaría la oportunidad de hacerle unas cuantas preguntas. ¡Y de acceder a su agenda de contactos!
M.M.: ¿Y una copa?
M.K.: Una copa…con Oscar Wilde o con Charles Bukowski.
M.M.: Las redes sociales son…
M.K.: Un arma de doble filo.
M.M.: Pongámonos algo serias, ¿cómo definirías lo que es para ti la erótica?
M.K.: Una forma de expresión, un género literario fundamental, un estilo de vida.
M.M.: ¿Qué no falta en tu armario?
M.K.: Lencería (mucha), zapatos de tacón (desde sandalias hasta botas a medio muslo) y unos vaqueros que sienten como un guante.
M.M.: En el sexo y en la guerra, ¿todo vale?
M.K.: Por supuesto, siempre que los integrantes de la batalla den su aprobación.
M.M.: Resúmenos Latidos de Lujuria en menos de diez palabras.
«Una historia descarnada, tierna, sensual, a ratos dura, que te atrapará».
M.K.: Mil gracias, Maite, por abrirme este espacio en tu blog. Siempre es un placer trabajar contigo. ¡Nos vemos a la vuelta de la próxima página, a ser posible, con un Gintonic! Mil besos.
M.M.: A ti, Mimmi, por estar siempre ahí, ¡quedar contigo es un placer! Así que la próxima cita, más y mejor, ¡no lo dudes!. Besazos.
Si queréis leer un adelanto de las novelas de Mimmi Kass, ¡id a su página!