
Sufrir un bloqueo, es más habitual de lo que parece y le ocurre a muchos escritores.
Lo desesperante es que llega cuando menos lo necesitas.
Y entonces te enfrentas a la pregunta: ¿qué puedo hacer para encontrar una nueva ruta emocional?
Te voy a contar cinco trucos infalibles que me ayudan a no perder la inspiración.
¡A ver qué te parecen!
1.- Rodearte de gente: pero no de cualquiera. Acompáñate de personas que te ayuden a reencontrarte contigo mismo, que te hagan escapar de la realidad. Amigos que busquen lugares en los que te olvides de pensar.
Porque cuando un autor se bloquea, lo ideal es despejar la mente por completo y llenarla de nuevas experiencias.
Tengo la suerte de que mi familia comparte la pasión por la aventura, y juntos recorremos paisajes insólitos capaces de dejarte boquiabierto. A ellos debo agradecerles los mapas emocionales y ambientaciones que he descubierto.
2.- Enriquecerte de nuevas vivencias: cuando dicen que la realidad supera a la ficción, no es ningún mito. Un artista, sea cual sea su manera de expresarse, necesita de cambios emocionales, propios o ajenos, de los que poder inspirarse.
Empápate de historias, bucea entre documentación, piérdete por las calles. A veces basta con escuchar a la gente, otras tendrás que sentirlas en carne propia. Saca partido de los problemas, de las alegrías y de las tristezas. Que tu dolor, tu felicidad, ¡tus miedos!, sean los mismos que experimenten tus personajes.
3.- Disfruta de las pequeñas cosas: Te parecerá una tontería, pero cuando se agudizan los sentidos, se activan las emociones.
Y para escribir, es preciso transmitir tu corazón en cada palabra.
El sol que acaricia tu piel, el roce de una persona desconocida que te hace estremecer. El regalo de una sonrisa inesperada, o la soledad. Caminar descalza (esta me encanta), o bailar.
A veces ignoramos lo más obvio, pero en la simpleza también reside la magia, y sin estos pequeños detalles, un escritor no es capaz de transmitir la “emocionalidad”.
Este es un punto primordial en toda historia que se precie.
4.- Lugares que se escapan de los tópicos: te diría leer un libro, ver una serie o película. Incluso escuchar música. Pero ya los conoces.
En toda expresión artística busco el clic que active mi mente y que de lugar al impulso que alimenta mi imaginación.
Por eso, yo últimamente visito galerías de arte.
¡Te sorprenderás con lo que te puedes encontrar en un museo!
5.- Tiendas de libros: ¡Ah, las librerías! Para mí, esos pequeños grandes mundos llenos de pura inspiración.
No puedo evitarlo. Es entrar en una y erizarme la piel, ponerme de puntillas, buscar tesoros y sonreír.
Acércate, observa y coge.¡Hay tanta creatividad donde elegir!
Me ha encantado, supongo que para escribir primero hay que vivir!
¡Gracias, Nerea! Totalmente. Para escribir, hay que vivir 🙂