Esta semana, ¡volvemos con una entrevista!
En #ContraPortada queremos conocer a los autores y su obra en una cita en la que nos muestren su perfil cercano. Sean del género que sean.
Y en esta ocasión coincidimos con una de las autoras románticas contemporáneas más sobresalientes del momento. Esta semana hicimos 30 preguntas a… Estefanía Yepes.
A punto de publicar su próximo libro del que ya nos adelantó título y sinopsis, Estefanía Yepes, gran compañera y amiga, es una escritora con un estilo propio, muy elegante y un cuidado en su narrativa que embellece cada historia de una manera especial.
Ladronas de Nueva York va a ser su próxima novela y promete ser una literatura fresca, entretenida y que dará mucho de qué hablar.
¡Y nos responde con la misma sinceridad y magia que caracterizan a su narrativa!
M.M.: Caroline, Danielle y Sarah son tres protagonistas a punto de cumplir los 30 que compartirán con nosotros sus miedos, sus pasiones y sus desilusiones. Y la pregunta que es: ¿Qué harías tú si te das cuenta de que llegas a esta edad sin haber cumplido ningún objetivo de tu lista de deseos?
E.Y: Creo que, de entrada, sufriría un pequeño vaivén emocional. Estoy segura de ello. Me llevaría unos días volver a recuperar un poco el norte y supongo que al final, acabaría haciendo un repaso de qué es lo que tengo actualmente y optaría por convencerme de que quizá no es lo que había soñado para mí, pero que yo sepa, cumplir treinta no significa que haya llegado el fin de todo… ¿no? ¿Por qué no convertirlo en un nuevo principio?
M.M: Esta nueva historia tendrá un formato muy original, que creo es todo un bombazo que recuperes, la saga por entregas, ¿cómo se te ocurrió hacerlo y por qué?
E.Y.: La verdad es que no fue intencionado. Comencé a escribirla con la idea de hacer tres volúmenes, uno para cada protagonista. Pero conforme avanzaba la historia era necesario dejar ver los sentimientos de las demás y decidí darle una vuelta. Entonces, empecé a alternar capítulos entre ellas y al final me di cuenta de que la historia daba para mucho juego. Me gustan mucho las series y me gusta esperar impaciente la llegada de un nuevo capítulo cuando estas me tienen enganchada… ¿por qué no llevarlo al terreno literario?
M.M.: ¿Qué nos espera en esta novela? ¿Qué nos va a sorprender y qué nos contarás que no hayamos visto antes en tu obra? ¿Nos puedes dar alguna primicia?
E.Y.: En Ladronas de Nueva York, tal y como adelanto en la sinopsis, el lector no encontrará una trama enrevesada ni un misterio que necesite resolver. Al contrario. En estas páginas encontrará naturalidad, la misma que puede haber en su propia vida, con sus momentos felices y sus problemas. ¿Qué hay en esta que no haya en las demás obras? Creo que justamente esa cercanía. Mientras la escribía me sentía una más de ellas, como si realmente se tratara de unas amigas con las que podía compartir todo lo que necesitaba sacar, aparte de grandes momentos de risas. Su naturalidad, para mí, resultaba estimulante y agradable.
M.M.: Algo que caracteriza a tus novelas es que son historias que nos conmueven y que nos llegan el corazón. Un mundo para Héctor es un ejemplo de trabajo que te descompone en cada página. ¿Fue difícil la documentación y la motivación para lograr desarrollar esta historia tan dura y enternecedora?
E.Y.: Sin duda fue una de las más difíciles puesto que me llevó casi dos años entre crear el primer esbozo, documentarme y escribirla. Había momentos que eran muy duros y recuerdo que coincidió con una etapa de mi vida en la que no podía sentarme y conectar con ellos. Yo era muy feliz cuando ellos estaban pasando un momento muy duro y recuerdo que no era capaz de encontrar las palabras adecuadas para describir sus emociones. Aproveché esa época para seguir documentándome sobre el tema de protección de menores en España, tipos de terapia y demás y al final…
Recuerdo que llegó un día en el que sencillamente, Héctor cobró vida y no pude dejar de escribir.
M.M: Con ¿Y si no quiero chocolate?, te animaste con un «spin-off» en formato relato, ¿es más complicado saber sintetizar en una historia breve?
E.Y.: En ese caso no me resultó muy difícil porque apenas eran unos breves capítulos sobre cómo se conocieron los protagonistas de la historia. Sin embargo, me declaro absolutamente incapaz de escribir una novela corta. Las planteo, las organizo y cuando me doy cuenta… llevo trescientas páginas y todavía no he terminado. Álteravita es mi única excepción.
M.M.: También has publicado con Editorial Vanir, con el libro Déjame saber quién eres y El espejo de #Cookiecruz. Si te encontraras un vestido de novia en tu desván (que no sea tuyo, claro), ¿qué harías?
E.Y.: jajaja de hecho, siempre cuento que esa anécdota es totalmente real. El día que nos mudamos al piso en el que actualmente vivimos, encontramos un vestido de novia en el armario. Me negué a tocarlo siquiera, por si acaso. Eso sí, el vestido ha sido testigo de grandes momentos. Ha pasado por carnavales, despedidas de soltero… ¡menuda historia podría contar!
M.M.: Chapter. ¡UUUFF! Qué final… ¡Qué gran aventura! Creo que es uno de tus libros que más me gustan. ¿Habrá un segundo? (Aquí añado un “por favor” con ojos de gato de Shrek)
La escaleta de una segunda historia existe, está creada y guardada a buen recaudo, pero por ahora, debido a otros proyectos que han pasado a tener más prioridad, ha quedado pausado.
M.M.: Intentaré no saltar de la silla con semejante noticia y seguir con la entrevista. Quiero que conozcas a alguien tiene los premios de Chick-lit mejor novela ebook 2014 y también el Púrpura Romántica mejor autora revelación en romántica adulta 2014, pero la pregunta que nos interesa es, ¿cómo y en quién te inspiraste para Bosco? (risas) ¿Qué buscabas en un personaje tan curioso y detallista como él? Es muy difícil que un protagonista de su estilo no caiga en los clichés ni aburra, y tú lo consigues….
E.Y.: Bosco… (¿puedo insertar corazones aquí?) je, je, je Bosco es… indescriptible. Sin más. No sé qué tiene. No sé qué hice con él. No sé cómo ha enamorado a tantas y tantas lectoras. Pero lo cierto es que todavía hoy sigue siendo mi ojito derecho y creo que siempre lo será. Si tengo que ser sincera, es justo que diga que no está inspirado en nadie en concreto, aunque tiene algún detalle de historias de mi propia vida. Supongo que lo creé desde el corazón y me enamoré perdidamente de él… por lo que fue fácil escribir “para él”.
M.M.: ¿Con cuál de tus protagonistas femeninas te sientes más identificada?, ¿qué cualidad tienen cada una de ellas que se parezca a ti?
E.Y.: Ufffff… ¡qué difícil! Ja, ja, ja. No puedo negar que en todas ellas, todas, he dejado algo de mí, cualquiera que me conozca personalmente podría saber por qué. Por ejemplo, mi marido siempre dice que Elsa (Quiero que conozcas a alguien) es muy parecida a mí. Y es cierto, pero no del todo. De ella tengo la impulsividad y la predilección por una buena pizza. De Briana (Déjame saber quién eres) tendría el romanticismo y la forma de relacionarse con su hermana y su mejor amigo. Respecto a Valentina (El espejo de #Cookiecruz) es indiscutible el punto de locura absurda momentánea. De Jana (Un mundo para Héctor) ese sentimiento de afrontar una responsabilidad que has querido asumir y seguir adelante incluso cuando esta te supera o crees que te has equivocado. De Charlie (Chapter), como muchos saben y que usé a modo de guiño, en la vida real es mi álter ego en el trabajo así que… compartimos eso. Noa (Álteravita) y yo nos parecemos en el hecho de que a veces, nos cuesta ver la realidad si alguien no nos echa una mano. Y de mis tres ladronas favoritas también puedo hablar. Elle y yo compartimos cierto grado de confusión en el panorama laboral y una pasión por la que lo daríamos todo. Con Sarah comparto la dificultad para aceptar que debes dejar ir algo que te apasiona y también el grado de responsabilidad en los estudios (je, je, je yo era de las que siempre estaba callada en clase y sacaba buenas notas) y Lorie tiene ese punto de miedo a hacer daño a las personas que más quiere con el que he sufrido más de un dolor de estómago.
M.M.: Por cierto, ¿eres una escritora de brújula, o elaboras una escaleta antes de empezar?
E.Y.: Totalmente de brújula, es decir, siempre sé el principio y cómo quiero que termine, así como también algunas de las cosas que es necesario que tengan lugar, sin embargo, el resto va por libre. Conforme escribo, voy creando esa escaleta, no antes.
M.M.: ¿Alguna vez sufriste el llamado bloqueo del escritor? ¿Cómo lo superarte?
E.Y.: Sí. La más fuerte fue este verano. Me pasé el año pasado entero escribiendo una novela en la que me dejé la piel. Había muchas cosas en ella que conocía y tenía una implicación emocional que no había tenido antes. Cuando la terminé, recuerdo que pasé tres meses sin poder volver a escribir absolutamente nada. Nada de nada. Fue horrible porque no podía sacármela de la cabeza. Ahora, solo espero que algún día los lectores puedan conocer esa historia que para mí es tan especial. Respecto a cómo lo superé… sencillamente, pasó. Llegó un día en el que algo hizo clic y sin darme cuenta, aquello en lo que estaba pensando se convirtió en la base del siguiente borrador.
M.M.: Poniéndonos curiosas y sin pensar mucho en las respuestas, ¿qué rutinas sigues a la hora de ponerte a escribir?
E.Y.: Normalmente escribo por las mañanas (jamás de noche, a partir de las 22h quedo anulada como persona, je, je). Suelo ponerme entre las 8 y las 9 como tarde. Por norma general escribo en casa, sola y en silencio, salvo en determinados momentos, en los que necesito ponerme los cascos y subir el volumen hasta anular por completo mis propios pensamientos y dejar que las manos recorran el teclado. No suelo corregir esas escenas hasta pasados unos días y las emociones se hayan enfriado.
M.M.: ¿Una canción que siempre te levante el ánimo?
E.Y.: Dance with me tonight, de Olly Murs.
M.M.: ¿Y otra que te levante el ánimo, pero que te avergüence reconocer?
E.Y.: ja, ja, ja, ja Voy a cavar mi propia tumba con esto pero… fui de las que este verano se engancharon al dichoso “Despacito” hasta límites insanos.
M.M.: ¿Qué libro de otro escritor o escritora, te hubiera gustado escribir?
E.Y.: Hay muchos que desearía haber escrito… pero el no haberlo hecho significa que he podido disfrutarlos como lectora y a veces, eso no tiene precio.
M.M.: ¿Qué estás leyendo en estos momentos?
E.Y.: Ahora mismo estoy con una comedia romántica que me tiene enganchadísima, Cariño, cuánto te odio, de Sally Thorne.
M.M.: Sabemos que te encanta el cine. Una película que te hizo reír…
E.Y: ¡Muchas! Infiltrados en clase es una de las últimas que vimos y acabamos llorando de risa en algunos momentos.
M.M.: Y otra que te hizo llorar…
E.Y.: Todos los días de mi vida. (Juro que es casualidad que ambas estén protagonizas por Channing Tatum).
M.M.: ¿Qué es lo más bonito que te ha dicho alguien que ha leído uno de tus libros?
E.Y.: A pesar de que me encantaría explicarlo, prefiero guardármelo para mí.
M.M.: ¿Y lo más extraño?
E.Y.: Mmmmm, ¡la verdad es que no sabría decirte!
M.M.: ¿Qué novela te ha llevado menos tiempo escribir?
E.Y.: Álteravita.
M.M.: ¿Y la que más?
E.Y.: Un mundo para Héctor.
M.M.: Sabemos que tu marido tiene una gran colección de camisetas frikis molonas, ¿cuál es la que más te gusta?
E.Y.: ja, ja, ja, ja, ja las de los Simpson, ¡me vuelven loca! En concreto, me chifla la de NedFlix, la de Carl y Lenny y por supuesto, la de Yo me llamo Ralph. ¿Quién no ha deseado poder responder eso ante una pregunta incómoda?
M.M.: ¿Y la que menos?
E.Y.: Las que tiene de dibujos manga.
M.M.: ¿Con quién te gustaría ir a un Escape Room?
E.Y.: Con Hugh Jackman, Colin Firth, Gabriel Match y Sam Heughan (Por pedir que no quede, ¿no? 😛 )
M.M.: Qué no puede faltar en una cita romántica de escena de libro…
E.Y.: Silencios.
M.M.: Las redes sociales son…
E.Y.: Una oportunidad.
M.M.: Pongámonos algo serias, ¿crees en las segundas oportunidades, como ocurre en tu novela Álteravita?
E.Y.: Depende de cuál sea el precedente. Un caso como el de Noa, sí, sin dudarlo ni un solo segundo. En cambio, cuando ha habido daño “consciente” no creo en absoluto en ellas.
M.M.: ¿Qué no suele faltar en tu bolso?
Y.E.: El móvil. No puedo vivir sin él, jeje
M.M.: En el amor y en la guerra, ¿todo vale?
E.Y.: Soy de las partidarias del “no”. Hay cosas que para mí, no tienen ningún tipo de justificación.
M.M.: Resúmenos Ladronas de Nueva York en menos de diez palabras.
«Lo cercano y cotidiano también puede ser lo más especial».
M.M.: Muchísimas gracias por animarte a participar en este espacio. Siempre es un placer hablar contigo, y tenemos una promesa pendiente. ¡Volveremos a reencontrarnos en Barcelona!
E.Y.: Muchísimas gracias a ti por concederme este espacio, ¡me han encantado las preguntas!
Si queréis leer un adelanto de las novelas de Estefanía Yepes, ¡seguidla en redes sociales!