Todos tenemos un lado oscuro.
Un perfil que deseamos mantener oculto a los demás, pero que desvelamos en la intimidad.
Uno que simboliza el lado más bajo y rastrero de nosotros mismos. Que, al cerrar la puerta de casa, destapamos entre las cuatro paredes de nuestro santuario, solo a nosotros mismos y nunca al vecino o familiar.
Los hay de muchos tipos. Sencillo o complejo. Demasiado empalagoso o asqueroso. Gracioso o triste. Puede ser una pasión oculta, un vicio asqueroso o una costumbre rara. Incluso se puede desempeñar en el baño, en la cocina o en el garaje.
Así como cada persona es única y especial, así lo es también su lado misterioso, oculto del ojo público.
Y, se preguntarán ustedes, queridos lectores, por qué empiezo un artículo con semejante premisa. Pues porque hoy les voy a desvelar, en este primer artículo (con el que estreno una nueva sección en mi web en la que hablaré de «cosas curiosas que me pasan a veces y desconozco si a ti también») mi lado oscuro.
Es un descubrimiento reciente que me tiene algo patidifusa, a la par que avergonzada de mí misma, y que en mi inocencia creí que sería pasajero.
Pero no. No fue así. Perduró, sin darme cuenta, a lo largo de los días.
No os mantendré más en vilo. Os lo voy a contar. Aunque os reconozco que, mientras tecleo y lo pienso, más me ruborizo.
Vale, ahí voy, lo digo. ¡Lo voy a decir! Tres, dos, uno…
Me gustan las películas cutres de Navidad.
(Suspiro, más vergüenza, creo que eliminaré este artículo al final del día).
Empezó con el estreno de Navidad contigo, un domingo por la tarde, tirada en el sofá de mi casa, a punto de acabarse el fin de semana. El actor que apareció en la pantalla, que fue mi reclamo, era el protagonista de Alguien como tú (aquella película ñoña que todos habéis visto de adolescentes, aunque me aseguréis lo contrario). ¡Qué mayor está!, pensé. Pero claro, esta escritora también tiene una edad… (Ahora mismo no desvelaré cuántos años tengo, no viene al caso, ese dato queda para el otro artículo).
Y, atraída por el cotilleo, le di al play y me quedé viéndola hasta el final.
Sí, sí. Ya lo sé. El guion era cuestionable y su actuación, más. Dio igual. La vi entera.
Luego, con mi ahijada, este pasado sábado, vimos la de Lindsay Lohan, Navidad de golpe.
Ya sé lo qué estáis pensando. ¿Esta actriz regresó a la pantalla? ¡Pues sí, lectores con un lado oscuro gracioso y cotilla! A su manera, pero ha vuelto.
Y, cuando ayer encendí el televisor, fui a la plataforma digital y empecé a reproducir Navidad en la granja, mientras las letras aparecían en la pantalla, abrí los ojos y me quedé paralizada. Me di cuenta: me gustaban las películas chorras de Navidad.
¡Y ni siquiera era Navidad! ¡No estábamos ni en diciembre! Y, en esta ocasión, no tenía la excusa perfecta de que estaba conmigo mi ahijada y era ella quién me pidió verla. No, no, no. Era yo. Yo y mi lado oscuro.
Bien. Llegados a este punto, tenía que reconocerlo. Como quién acepta un defecto o una falta. Para atajarlo por lo sano y ponerle remedio.
¿Cómo lo haré? Pues no lo sé, queridos lectores. No sé si cancelar mi suscripción de Netflix hasta febrero, salir más de casa o darme de baja de internet.
Estoy calibrando el asunto y cada solución me parece más infantil que la anterior.
Pero, al menos, he dado el primer paso. Admitir ese rasgo de mi carácter que había rechazado hasta ahora y que no había visto la luz.
Y, mientras lo soluciono, solo os pido dos cosas: que no me juzguéis ni me paséis ningún trailer de película navideña, bajo ningún concepto.
¡Muchas gracias a todos!
Me encantan las pelis de Navidad. 🤩😍
De echo: Las de Netflix, las tengo todas vistas. Las suelo ver así que las estrenan si puedo.
Y bueno alguna de Amazon. Pero estas las tengo más abandonadas jejeje…😂🤣
Creo que las veo y me gustan tanto, por que me recuerda a antaño. Cuando era una niña y nos juntabamos toda la familia (abuelos, tíos, primos, mis padres y yo) a celebrarla.
Por cierto a veces sacan segundas partes y existe alguna mini serie también. Al menos por Netflix 😅🙈
Esa nostalgia es tan bonita. A mí también me encanta la Navidad.
Lo encuentro extraordinario, me gusto 👏👏👏
Muchas gracias por leerme. 🙂
🤣🤣🤣🤣🤣🤣 no me pidas que no haga algo, porque lo hago… 😈 Voy a buscar la peli navideña más cutre que encuentre y te voy a pasar el trailer muhhahaahha. Yo también lo tengo: me encantan las comedias románticas, incluso las de adolescentes. El mes pasado fui al cine a ver «Smile» (me encanta el terror) y acabé viendo la de «Viaje al paraíso»… ¡Y me encantó! 😱😱😱😱😱🤣🤣🤣🤣🤣
Yo también fui a ver «Smile» al cine… 😉