Estas vacaciones he visitado un lugar muy importante en mi mapa emocional por ser uno de los sitios que aparecen en Gaedheal.
Estuve en Pontevedra, o como yo la llamo en mi novela, la maravillosa aldea de Pontheus.
Esta ciudad me gusta por varios motivos.
En ella viví grandes momentos que disfruté con gente a la que aprecio.
Pontevedra es acogedora, posee una historia que brota en cada piedra de su zona vieja. Lo de antes se mezcla con lo de ahora de una manera hermosa, sin romper la armonía que la hace tan encantadora.
Es una ciudad de puentes, que van desde el antiguo del Burgo, hasta el de Santiago, sin olvidar el de A Barca, el de Los Tirantes, o el denominado Puente de As Correntes.
Porque a través de estos puentes, las meigas bean-sidhe llegaron a la tierra de la Gaedheal.
Cada rincón de esta localidad es para detenerse a apreciar. Sus calles y edificios poseen un aire romántico y monumental, pero a la vez muy contemporáneo.
Hay que dejarse conquistar por su hospitalidad, pasear por sus callejuelas, por sus plazas, y ver todos esos tesoros arquitectónicos.
Si tienes tiempo para tomarte un refresco, visita el Café Moderno en la Plaza de San Xosé. Espacio maravilloso en el que cualquier escritor que lo desee, podrá dejar volar su imaginación. En ese trabajo de inspiración te acompañará la estela de otros autores literarios como Castelao, Ramón Cabanillas o Carlos Casares, y cuyas figuras forman parte del grupo escultórico de intelectuales que se recrea en la misma calle.
Y una última recomendación que es además parada obligatoria para los amantes de la literatura. La emblemática Librería Cao, fundada en el año 1948, la más antigua de Pontevedra, y de las más antiguas de Galicia que todavía hoy continúa perteneciendo a la misma familia de libreros.
Laura y su padre están ahora al frente del negocio y os atenderán genial. Aman los libros y en sus estanterías existe una serie de volúmenes interesantísimos que no podrás dejar de ojear y comprar.
Hazles una visita, ¡no te arrepentirás!